David Monroy / Morelos
CUERNAVACA, MOR.- Amigos y familiares del activista y ambientalista Rodrigo Morales Vázquez, asesinado el fin de semana en un aparente asalto, marcharon este lunes y exigieron el esclarecimiento del crimen sucedido el pasado sábado.
Con un ritual de “levantamiento de sombra”, los inconformes se congregaron a partir de las 11 de la mañana en el punto donde quedó el cuerpo de Morales, quien recibió disparos de arma de fuego de dos hombres de aparentemente huyeron en una motocicleta, alrededor de las 21 horas.
El asesinato del activista Rodrigo Morales se suma al homicidio del también activista Samir Flores en el municipio de Temoac, quien fue asesinado hace dos años, a unos días de la consulta para el funcionamiento de la Termoeléctrica de Huexca, lo cual es una de las líneas pendientes de la investigación, ya que se conocía su abierto rechazo a dicho proyecto.
Aún cuando la Fiscalía Estatal no se ha pronunciado respecto al crimen de Morales quien es reconocido en su comidas de origen (Ocotepec) así como en otras del interior de estado como un impulsor de los derechos humanos, la determinación de los pueblos y promotor de las costumbres y culturas originales, la versión original de los hechos indica que la víctima pudo haber sufrido un asalto.
La noche del pasado sábado, Morales fue agredido con arma de fuego y cuando llegó gente a auxiliarlo,se percataron de que estaba su cartera en el suelo, aunque no se puede asegurar que ese haya sido el motivo real, aseguró que hijo Luis André Morales, por lo que pidió a la FGE agilizar las indagatorias.
“No tenía amenazas que yo sepa… mi papá me lo hubiera dicho”, apuntó.
Informó que para fortalecer las investigaciones se ha pedido colaboración de un banco que se encuentra enfrente de donde fueron los hechos, así como también se cuenta con las versiones de varios vecinos y comerciantes de la zona que coincidan al activista, quien durante un tiempo mantuvo un centro de reciclaje en la zona.
Los familiares y amigos de Rodrigo Morales caminaron desde el lugar del asesinato en avenida Universidad, hasta las instalaciones de la FGE ubicadas en la avenida Emiliano Zapata, unos tres kilómetros al sur de donde quedó el cuerpo del activista.