CUERNAVACA, MOR.- Un promedio de 13 millones de pesos, fue el ingreso neto que obtuvo cada uno de los 20 diputados de la LIV legislatura del estado de Morelos, durante los tres años de su ejercicio legislativo, que culminó apenas en septiembre pasado.
De acuerdo con una investigación del Centro Morelos Rinde Cuentas A.C. los diputados de la anterior legislatura, se sirvieron de los recursos públicos del Congreso estatal de manera discrecional, sin que mediara obstáculo legal alguno y se escondieron detrás de respuestas de información pública incompletas, sesgadas o ignoradas.
Así, los diputados obtuvieron manejo directo y libre de 225 millones 600 mil pesos, que representa casi el 20 por ciento del presupuesto general del Poder Legislativo durante el periodo 2018-202, que en conjunto tuvo un presupuesto de de mil 194 millones 600 mil pesos.
Los diputados dejaron para gastos fijo casi 970 millones de pesos, que incluye la nómina de los trabajadores y otros gastos administrativos como los apoyos a los grupos parlamentarios.
El principal beneficiario de dichas irregularidades fue el presidente de la Mesa Directiva, Alfonso de Jesús Sotelo Martínez, quien se valió de los desacuerdos entre los principales grupos partidistas para mantenerse por casi tres años en la posición, desde donde también ejerció el control de recursos a favor de sus amigos y también castigó a sus detectores.
Según la investigación coordinada por Roberto Salinas del organismo Morelos Rinde Cuentas, Sotelo Martínez utilizó de forma libre recursos económicos bastos para promover apoyos sociales con el ánimo de regresar a la alcaldía de Jojutla, y también utilizó recursos públicos para gestionar apoyos económicos a sus incondicionales.
Esta dinámica administrativa contrasta con el trato que dio a personal de confianza, e incluso a diputadas del Congreso estatal que no formaban parte de su corriente legislativa: suspendió pagos de apoyos, sueldos y nómina a los diputados y diputadas, así como a su personal de confianza, por varias semanas.
Incluso, también obligó al despido del personal técnico y de apoyo de sus enemigos políticos.
Si bien Martínez Sotelo se embolsó de manera directa casi 14 millones de pesos, con lo que se convirtió en el mejor beneficiado de esa legislatura, el resto de los legisladores no fallaron tampoco en obtener importantes recursos para su causa: José Casas González (sin partido) 12.8 millones; Javier García (Morena) 12.3 millones; Marcos Zapotitla, actualmente preso por el delito de violación (PES), 12.3 millones; Tania Valentina Rodríguez (PT) 12.2 millones al igual que Ana Cristina Guevara (inicialmente de MC, luego sin partido).
Le siguen Rosalina Mazari (PRI) y José Luis Galindo (primero PT luego PES) con 11.9 millones. Leila Figueroa (Morena) y Cristina Sánchez (Humanista ) con 11.4 millones de pesos. Andrés Duque (primero de Morena, luego del PES) obtuvo 11.3; Maricela Jiménez Armendáriz (primero PES luego MC) se llevó 10.9 millones y Erika García (primero PT, luego PES) 10.7 millones de pesos.
Finalmente, Ariadna Barrera (Morena) 10.7 millones de pesos; Naida Diaz (primero PES, luego PRD); Alejandro Flores ( Morena)10 millones; Rosalinda Rodríguez (PRD) 9.8 millones; Blanca Nieves Sánchez (Panal) 9.1 millones y Dalila Morales (del PAN), nueve millones de pesos.
Según siempre los datos de Morelos Rinde Cuentas, en medio de esta danza de cifras, también quedó comprobado que Morena que el grupo parlamentario que más dinero gasto en ese trienio: 36.1 millones de pesos