Con información de Excelsior
El papa Francisco, recluido en el Vaticano por la epidemia de coronavirus Covid-19 que asedia a Italia, celebró su primera audiencia general virtual, con agradecimiento para los trabajadores de la salud pero instando al mundo a no olvidar la difícil situación de los refugiados sirios.
La mayoría de las audiencias generales del pontífice se realizan en la Plaza de San Pedro, convocando a decenas de miles de personas.
Pero la plaza estaba vacía este miércoles luego de que el Vaticano, ubicado dentro de Roma, se adhirió a una cuarentena nacional que busca detener el avance del virus.
Francisco y diez sacerdotes, algunos de los cuales traducen sus palabras a otros idiomas, sentados en sillas distanciadas entre sí, se reunieron en la biblioteca oficial papal para una audiencia que se transmitió por internet en vivo para la televisión.