El Zoológico de Chapultepec cumple cien años hoy, bajo un proceso de transformación de un espacio de exhibición a un centro de conservación de la vida silvestre, principalmente, de especies en peligro de extinción, como el ajolote, el lobo mexicano o el cóndor de California.
Fernando Gual, director de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, indicó que también pasa por un proceso de modernización para que dure otro siglo.
El Zoológico de Chapultepec, agregó, ya está más allá de sus paredes, puesto que participa en programas internacionales para reinsertar a los animales nacidos en cautiverio a su hábitat silvestre.
Gual dijo que es el caso del programa de conservación del cóndor de California, con el cual aves nacidas en Chapultepec ya han sido reinsertadas en la sierra de Baja California.
Lo mismo ocurre con el lobo mexicano, que se ha reproducido en cautiverio y compartido con otros zoológicos para fortalecer la estirpe.
El Zoológico de Chapultepec fue inaugurado el 6 de julio de 1923, impulsado por el biólogo Alfonso Luis Herrera López, y se construyó con planos del Zoológico de Roma.
Los primeros huéspedes fueron dos bisontes americanos y tres cachorros de león africano. Ahora habitan animales de más de 250 especies.
Actualmente los animales habitan en albergues naturalísticos y agrupados por biomas, es decir, bosque templado, bosque tropical, pastizales, desiertos, entre otros.