CUERNAVACA MOR.- Salvador Rangel Mendoza, Obispo de Chilpancingo en el estado de Guerrero, fue trasladado a un hospital particular esta noche de lunes, tras ser secuestrado por más de 24 horas.
El abogado Pedro Martínez y representante legal del Obispo Rangel Mendoza, aseguró qué su cliente, necesita atenciones de otro tipo, tras estar mucho tiempo sin sus medicinas para la presión como del marcapasos que tiene en el corazón, además de la droga que se le inyectó por parte de las personas que se lo llevaron.
Martínez mencionó que pudo ser drogado con una substancia muy fuerte, debido ha que no podido recordar nada de lo que pasó, ni donde estuvo desde que fue raptado el pasado 27 de abril, tampoco puede hablar con normalidad, también aseguró que no presenta golpes en ninguna parte de su cuerpo.
Tras las investigaciones de las autoridades oficiales del estado de Morelos, el obispo pudo ser raptado a unos metros de su casa, debido ha que la víctima se salió de su domicilio sin celulares, por lo que se piensa que se dirigía a alguna tienda cercana o alguna farmacia en el área, tras esta información se podría denominar que fue una presa fácil de algún grupo delictivo, debido a que el religioso es una persona mayor de los 70 años de edad, además de que él se encontraba solo.
Contexto
La primera versión que se manejó en diversos medios locales de comunicación de Cuernavaca, fue que el obispo había desaparecido en la colonia Tres de Mayo desde el sábado pasado en el municipio de Emiliano Zapata al rededor de las 8:30 pm, eso se descubrió después de que su círculo más cercano se dirigiera al banco para ver sus últimos estados de cuenta y así averiguar qué estaba pasando con el, después de no recibir ninguna noticia suya por dos días, en los movimientos bancarios pudieron percatarse de mucho dinero faltante, como gastos extraños y ajenos al obispo, pero el más extraño fue cuando presuntamente el había estado en el restaurante “Pizzetas Altesanales Únicas” en el la colonia Tres de Mayo, ahora se sabe que jamás fue así, el grupo o la persona que se lo llevó, estuvo gastando el dinero en restaurantes, como sacando efectivo de diferentes cajeros de algunos municipios del estado.