Nadya Limas
El acuerdo de paz entre Israel y Hamás entrará en vigor una vez que el Parlamento israelí lo apruebe, previsto para el 10 de octubre, con la liberación de rehenes programada para este fin de semana.
Tras más de dos años de guerra y más de 67 mil palestinos muertos, ambas partes firmaron el 9 de octubre la primera fase del plan impulsado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, para poner fin al conflicto. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó al Parlamento para avalar el acuerdo que establece un alto al fuego y la retirada parcial de tropas israelíes a una línea de seguridad.
Liberación de rehenes y presos
El punto central es la liberación de los 48 rehenes capturados por Hamás en 2023. Se prevé que 20 de ellos, aún con vida, sean liberados en un plazo de 72 horas tras la aprobación del acuerdo. A cambio, Israel excarcelará a 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y a 1,700 detenidos durante el conflicto.
Hamás exige la liberación de figuras políticas como Marwan al-Barghouti y Ahmed Saadat, cuya salida había sido considerada imposible en negociaciones anteriores.
Retirada militar y ayuda humanitaria
Las tropas israelíes se replegarán a la llamada “línea amarilla”, aunque seguirán dentro de Gaza en algunas zonas. La Casa Blanca señala que el acuerdo contempla una retirada gradual completa, la creación de una zona tampón fronteriza y la entrada masiva de ayuda humanitaria, supervisada por Naciones Unidas.
El plan prohíbe a Israel anexar Gaza y prevé la entrega del control a una Fuerza Internacional de Estabilización. Integrantes de Hamás que depongan las armas recibirán amnistía y podrán salir del enclave.
Reacciones en Gaza e Israel
En Gaza, miles salieron a las calles para celebrar entre cánticos y bailes, pese a que los bombardeos no se han detenido por completo. En Israel, las familias de rehenes festejaron en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, mientras la aviación mantenía operaciones militares en el norte de la Franja.
Desafíos pendientes
Aun con el acuerdo, persisten temas sin resolver, como quién gobernará Gaza tras la guerra. Israel y EE.UU. rechazan que Hamás mantenga el poder, mientras que el grupo propone cederlo a un gobierno tecnocrático palestino respaldado por países árabes. También sigue abierta la discusión sobre el desarme de Hamás y las garantías de retirada israelí.
Negociaciones y mediadores
Las conversaciones se realizaron en Egipto con participación de altos mandos israelíes, el yerno de Trump Jared Kushner, representantes de Hamás como Khalil Al-Hayya, y mediación de Qatar y Turquía, que jugaron un rol clave para cerrar el primer entendimiento.