Nadya Limas

El gobierno de Estados Unidos inició la aplicación de pintura negra en diversos tramos del muro que lo separa de México, con el argumento de reforzar la seguridad y complicar el cruce de migrantes.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, explicó que la medida fue propuesta por el expresidente Donald Trump, quien sostiene que el color incrementa la temperatura de la superficie bajo el sol, lo que dificulta que las personas lo escalen.

Autoridades fronterizas señalaron que, además de servir como elemento disuasorio, la pintura ayuda a reducir la corrosión en las estructuras metálicas, lo que alarga su vida útil.

Según cifras recientes de la Casa Blanca, más de 300 mil migrantes indocumentados han sido detenidos en lo que va del año, contexto que impulsa a los republicanos a endurecer las medidas de control.

El muro fronterizo tiene una larga historia: comenzó en 1994 durante el gobierno de Bill Clinton con la Operación Guardián y se convirtió en una de las principales promesas de Donald Trump en 2017. Ahora, con esta nueva acción, el debate sobre su efectividad y el impacto en los derechos humanos vuelve a intensificarse.

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