Ismael Zambada García, mejor conocido como “El Mayo”, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, se declaró culpable en una corte de Nueva York de delitos relacionados con tráfico de drogas, tras más de cinco décadas en la actividad criminal.
Durante la audiencia, el sinaloense de 75 años aceptó haber corrompido a corporaciones policiales, mandos militares y políticos mexicanos, lo que le permitió mantener operaciones ilegales a gran escala por más de treinta años. El juez Brian Cogan fijó su sentencia para el 13 de enero de 2026 e impuso una sanción de 15 mil millones de dólares como pago reparatorio.
Zambada fue capturado el pasado 25 de julio cerca de El Paso, Texas. Según su versión, fue llevado a territorio estadounidense mediante un engaño orquestado por integrantes del propio Cártel de Sinaloa, específicamente uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
A diferencia de Guzmán Loera, que fue detenido en varias ocasiones y actualmente cumple cadena perpetua en Estados Unidos, “El Mayo” nunca había sido arrestado hasta ahora.
En la diligencia, vestido con uniforme azul y camiseta naranja, el capo relató que comenzó en el narcotráfico en 1969, cuando tenía 19 años. Aceptó que bajo su mando circularon más de 1.5 millones de kilos de cocaína, lo que generaba ingresos millonarios anuales. También admitió haber ordenado asesinatos de rivales.
No obstante, su abogado Frank Pérez aclaró que Zambada no busca cooperación con las autoridades estadounidenses ni pretende señalar a terceros: “Él no va a hablar de nadie. Lo que mencionó ya había salido en otros procesos”, subrayó.
Por su parte, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó la declaración como una victoria histórica: “El Mayo pasará el resto de su vida en una prisión federal. Su era de violencia terminó”, dijo.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió que cualquier señalamiento de Zambada deberá ser respaldado con pruebas y canalizado a la Fiscalía General de la República.
La captura del capo ha agudizado la fractura interna del Cártel de Sinaloa, donde el choque entre la facción de los hijos de “El Chapo” y la del propio Zambada ya ha provocado cerca de 2,000 homicidios y múltiples desapariciones en Sinaloa en los últimos meses.