CUERNAVACA, MOR. – Pese a estar bajo investigación federal por presuntos vínculos con el crimen organizado, el alcalde de Cuautla, Jesús Corona Damián, aseguró que la reciente llegada de elementos federales a su municipio fue resultado de una petición suya, y no una respuesta directa a las demandas ciudadanas presentadas a la presidenta Claudia Sheinbaum durante su reciente visita a la zona.
En entrevista, Corona Damián explicó que solicitó el refuerzo de la seguridad federal ante sospechas de que algunos elementos locales de seguridad mantenían vínculos con grupos delictivos. Negó además que el despliegue de más de 1,500 efectivos de la Guardia Nacional y el Ejército haya sido ordenado directamente por la mandataria federal.
“Lo digo bien claro: mejor que se vaya (la delincuencia), porque ya llegamos con todo”, sentenció el edil.
La semana pasada, durante la visita presidencial a Cuautla, decenas de ciudadanos pidieron apoyo urgente para atender la creciente ola de violencia. En respuesta, el secretario de Gobierno de Morelos, Juan Salgado Brito, confirmó el envío de más de 1,200 elementos federales a la región.
Jesús Corona, al igual que otros alcaldes de Morelos, es investigado por autoridades federales. En su caso, las pesquisas se centran en su aparición en un video junto a Júpiter Araujo, presunto operador del Cártel de Sinaloa, y por su supuesta protección al ex director de Seguridad Pública municipal, acusado de colaborar con una célula del grupo criminal Unión Tepito.
“También tenemos derecho a vivir en paz, con nuestras familias. Todos queremos seguridad, y vamos a trabajar en coordinación con la gobernadora para recuperar la tranquilidad que necesita Cuautla”, declaró.
El alcalde insistió en que su solicitud de apoyo federal se debió a la desconfianza hacia los cuerpos de seguridad locales, a quienes calificó como “amañados”.
Sin embargo, sus declaraciones contrastan con las del secretario de Seguridad Pública estatal, Miguel Ángel Urrutia, quien aseguró que la llegada de las fuerzas federales forma parte de un esfuerzo conjunto para establecer un Mando Coordinador, bajo el cual operarán tanto los elementos locales como los recién llegados. De acuerdo con Urrutia, la Policía Municipal deberá subordinarse a esta nueva estructura de mando.